Rascando la última mañana del verano.

Rascando la última mañana del verano.

No he terminado el verano con un viaje a disfrutar de playas paradisíacas, ni he saltado de una avioneta con un paracaídas, ni muchas otras cosas que me dije que haría, porque este iba a ser mi verano..

Al final ha sido lo de siempre, otro verano más trabajando, otro verano más viendo los días pasar y viendo como casi todo el mundo se iba a desconectar o a disfrutar una semana a un festival. No voy a mentir si no dijese que no me dan un poco de envidia, aun habiéndome quedado aquí siento como que tampoco he vivido del todo. Siempre pegado al móvil mirando cuando tenía que trabajar, o si iban a tardar mucho en avisar de los turnos del día siguiente.

La verdad es que mi anterior curro tenía un pro muy importante que era el sueldo, pero las condiciones me han terminado destrozando la cabeza. Afortunadamente, he encontrado otro trabajo, y aunque sigo sin sentirme totalmente libre, sé que estoy un paso más cerca de la libertad que busco.

Por eso la ultima mañana de mi verano no fue ningún plan extravagante, me levanté y dí un paseo por el mercado que ponen los Martes en la plaza de mi pueblo, después de eso me decidí a bajar andando hasta la solitaria playa de la Tablia y tras un frío, pero reconfortante baño me senté en una roca a terminar de leer un libro y a disfrutar del sonido del mar.

No ha sido el plan más alocado del verano, pero oye, ¿por algo esto se llama Con poco me lo monto, no?

libro playa
Leyendo en uno de los maravillosos paisajes de la costa Cántabra.

 

 

2 comentarios en «Rascando la última mañana del verano.»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *