Perdí
Quise ser el número 1, y perdí.
Quise volar, y perdí.
Quise alejarme de todo, y perdí.
Quise ser otro, y perdí.
Quise tener suerte, y perdí.
Y cuando quise perder, no lo hice.
Llevaba semanas con este cambio preparado en mi cabeza, diciéndome a mí mismo que llegado el momento me sentaría a escribir esto, después de la última derrota, y de cómo había decidido que se acabó el perder. Parece ser que las cosas me salen al revés hasta cuando lo que quiero es perder…
Y qué maravilla haber perdido tantas veces.
Voy a pecar de eso que mi pareja odia que es llevarlo todo al deporte. Una vez mi entrenador me dijo que cada entrenamiento era como recoger una rama en un bosque, y que el día de la competición se veía quien había recogido más ramas y las usaba de combustible para hacer una hoguera. Una de las muchas veces que sus palabras se me grabaron a fuego en la cabeza.
¿Por qué he perdido tanto? ¿Por qué llevo muchísimo tiempo sin levantar cabeza? ¿Por qué últimamente he fallado en prácticamente todo?
Ni te imaginas la de veces que me he hecho esas preguntas. Cuando he luchado por salir del pozo y he intentado coger impulso para volver a subir, sólo para darme una más fuerte detrás. Cada vez más agobiado, con menos confianza.. cada vez más perdido. Y con una última pregunta resonando en mi cabeza.
¿Por qué ya no soy el que era antes? Años llevo con ese peso en mis hombros, buscando desesperadamente mi fuerza para afrontar todo. Mi espíritu. Mi actitud.
Y ahora por fin tengo la respuesta. Sólo ahora, después de tanto tiempo de estar tirado en el fondo soy capaz de verlo claro. Todas y cada una de esas derrotas, de esos fallos, de esa mala racha (y sí, hablo de ella en pasado), todo eso era necesario. Necesitaba ramas para volver a encender el fuego.
Y créeme, he recogido muchas más de las que jamás había pensado. ¿Volver a ser el de antes? No. Si he llegado a este punto, es gracias a todo lo que he perdido, algo que el Jorge de antes no tenía. Mi hermanita tenía razón en eso.
Mi yo pasado tenía que perder, era el camino necesario. Mis victorias me definen, pero sobre todo lo hacen mis derrotas. Da igual que sea un héroe, o un cero. No puedo estar más en paz conmigo mismo.
Si alguien ha llegado aquí y ha leído esto, lo único que puedo decir de mi situación actual es que parafraseando al Jorge del pasado:
“Llegado el momento, mi hoguera será el fuego más grande.”